miércoles, 2 de diciembre de 2009
Examen 1º de bachillerato
Teneis todo el material para estudiar en la siguiente dirección:
www.educa.madrid.org/web/ies.complutense.alcala/TIC
Será tipo test con elección múltiple y tendrá entre 30 y 40 preguntas.
Los aciertos sumarán, pero los fallos restarán.
martes, 9 de junio de 2009
Los derechos del lector según Daniel Pennac (1)
Vamos a ir viendo por entregas los derechos del lector que Daniel Pennac expuso en uno de sus libros, "Como una novela" (Edt. Anagrama, colección argumentos, nº 137).
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En materia de lectura, nosotros, "lectores", nos permitimos todos los derechos, comenzando por aquellos que negamos a los jóvenes a los que pretendemos iniciar en la lectura.
1) El derecho a no leer.
La mayor parte de los lectores se conceden cotidianamente el derecho a no leer.
La idea de que la lectura "humaniza al hombre" es justa en su conjunto, pero evitemos acompañar este teorema con el corolario según el cual cualquier individuo que no lee debiera ser considerado a priori un bruto potencial o un cretino contumaz, porque, si no, convertiremos la lectura en una obligación moral.
Si bien se puede admitir perfectamente que un individuo rechace la lectura, es intolerable que sea -o se crea- rechazado por ella.
domingo, 8 de marzo de 2009
Soneto y sonata
[...] aunque efectivamente sonata y soneto vienen del latín sonare = sonarno pasan directamente del latín al castellano, sino, ambos, del italianosoneto pasa al castellano en el 2º cuarto del S. XV y sonata en 1739 soneto viene de sonetto, que es diminutivo de suono (o sea, "sonidillo")y, en su origen, se llamaba así a la "música que se ponía a una canción" de ahí pasó a denominar la composición poética, que hoy conocemos,quizá por su ritmo y porque lo hizo popular Petrarca en su Cancioner [...]
miércoles, 4 de marzo de 2009
viernes, 6 de febrero de 2009
Pesadilla en amarillo, Fredrick Brown
No sé si conocéis al famoso escritor de cuentos de ciencia ficción Fredrick Brown. Aquí tenéis un cuento suyo muy original... cuidado con las fiestas de cumpleaños.
Fredric Brown
Se despertó cuando sonó la alarma del reloj, pero se quedó en la cama después de haberla parado, repasando cuidadosamente los planes para el asesinato que cometería esa noche.
Todos los detalles habían recibido una cuidadosa atención; esto sería el repaso final. Esa noche, a las ocho y cuarenta y seis minutos, sería un hombre libre, en todos los sentidos. Escogió ese momento de su cuadragésimo cumpleaños, porque era la hora exacta del día, o mejor dicho de la noche, en que nació. Su madre era muy aficionada a la astrología y, por eso, el momento de su nacimiento fue tan cuidadosamente registrado. Personalmente, él no era supersticioso, pero consideró halagador para su sentido del humor que su nueva vida empezara a los cuarenta años de edad, con precisión astrológica.
De todos modos, el tiempo corría. Como abogado especializado en administrar propiedades, pasaba por sus manos mucho dinero y, a veces, también parte se quedaba en ellas. Un año antes había tomado prestados cinco mil dólares y los empleó en un negocio que parecía un medio seguro de duplicar o triplicar la inversión, pero no fue así y perdió el dinero. Tomó prestado más dinero, para jugar, y de un modo o de otro recuperar la primera pérdida. Ahora debía ya más de treinta mil; el fraude apenas podría ocultarse algunos meses y no tenía ninguna esperanza de poder reemplazar el dinero perdido, dentro de ese plazo. Se dedicó cuidadosamente a reunir todo el dinero en efectivo que le fue posible sin despertar sospechas, haciendo ajustes parciales en las cuentas encomendadas a su cuidado, y para esa misma tarde la cantidad reunida sería de más de cien mil dólares, suficiente para pasar el resto de su vida.
Nunca lo atraparían. Planeó todos los detalles de su viaje, su destino, su nueva identidad y todo estaba a punto.
Tuvo que trabajar en ello durante varios meses.
La decisión de matar a su esposa fue un pensamiento secundario. El motivo era simple: la odiaba. Adoptó esa decisión cuando tomó la determinación de no ir nunca a la cárcel, de matarse si alguna vez era apresado. Por consiguiente, dado que moriría de todos modos si lo atrapaban, no tenía nada que perder dejando tras de sí una esposa muerta en vez de una viva.
Difícilmente pudo contener la risa al pensar en lo apropiado que había sido el regalo de cumpleaños que recibió de ella con un día de anticipación: una maleta nueva. También le habló de celebrar el cumpleaños encontrándose los dos en la ciudad, a las siete de la noche, para cenar. Estaba muy lejos de saber cuál sería la continuación de la fiesta. Planeaba llevarla a casa a las ocho cuarenta y seis y satisfacer su sentido del destino quedando viudo en ese preciso momento. Había además una ventaja práctica en asesinarla. Si la dejaba viva, ella se imaginaría lo sucedido y sería la primera en llamar a la policía cuando notase su ausencia por la mañana. Muerta, no encontrarían el cuerpo de inmediato, pues antes pasarían quizá dos o tres días, lo que le permitiría obtener más tiempo.
Las cosas marcharon sobre ruedas en la oficina; para la hora en que fue a encontrarse con su esposa, todo estaba listo. Ella se entretuvo mientras cenaban y tomaban algunas copas, y él empezó a preguntarse si llegarían a casa a las ocho cuarenta y seis. Era ridículo, lo sabía, pero resultaba un hecho de la mayor importancia que el momento de su libertad fuese entonces y no un minuto después. Miró su reloj.
Fallaría por medio minuto si esperaba hasta estar dentro de la casa. La oscuridad del pórtico era perfecta para realizar el crimen. La golpeó violentamente con la culata del arma mientras ella esperaba a que abriera la puerta. La tomó en sus manos antes de que cayera al suelo y se las arregló para sostenerla con un brazo, mientras abría la puerta y entraba.
Entonces accionó el interruptor y la luz amarilla inundó el salón. Antes de que pudieran ver que su esposa estaba muerta y que él la sostenía en pie, todos los invitados a la fiesta de cumpleaños gritaron:
- ¡Sorpresa!
FIN
jueves, 29 de enero de 2009
Gansadas de los alumnos
-Vanesa Pérez
-¡Presente!
-Lucía Gómez
-¡Presente!
-Marta Ruíz
-¡Pasado!
... ja, ja, ja, ja... no lo había oido nunca. Qué cosas tienen los alumnos.
lunes, 12 de enero de 2009
Medidor de velocidad ADSL
Para medir la velocidad y comprobar que efectivamente se está pagando por lo que realmente nos están ofreciendo, existen infinidad de test de velocidad.
viernes, 9 de enero de 2009
El calendario perfecto de Asimov
No sé si sabíais que Isaac Asimov, el famoso escritor de libros de ciencia ficción y divulgación científica, creó un calendario perfecto que evitaría el "gori" que hay que organizar cada año con el que se usa actualmente. Aquí lo tenéis:
http://spreadsheets.google.com/ccc?key=p-wxHLJvP7a99KwaqdKMHCA
El calendario de Asimov está en blanco. Las fechas en colores son las del calendario tradicional, cada mes con un color.
Sugerencia: elige nombres para cada uno de los cuatro trimestres y se lo puedes regalar a alguien o tener tu calendario personal. O revolucionario (como en la revolución francesa).
Espero que os guste. A propósito, mi cumple es el día 87 del cuarto mes (en realidad es un trimestre). Si llamase a los meses según planetas de Star Wars, podría llamarle Mustafario (por Mustafar), por lo que mi cumple sería el 87 de Mustafario. A ver si me felicitáis el próximo año.
Un saludo.